La ruta original consta de unos 25 Km., partiendo de Loranca (Fuenlabrada) y dirigiéndonos hacia Moraleja, tras lo que seguimos hacia el sur hasta el término de Griñón, donde se ubica este curioso bosque.
Tras un corto recorrido por su interior volvemos por diferentes caminos a buscar la localidad de Moraleja y de ahí hasta Fuenlabrada.
En este caso decidimos ampliar la ruta dando un rodeo por Polvoranca (Leganés), ya que el cuerpo nos pedía más kilómetros, jejeje!
En el punto de salida habitual nos juntamos cinco ciclistas con ganas de pasar un poco de calor y rodar unos kilómetros para desentumecer las piernas. Antes de empezar el compañero Jose nos advertía de una alta ingesta de judías blancas (dos platos ni más ni menos), por lo que sus energías estaban muy mermadas en tan costoso proceso digestivo. Nos compadecimos de él recordándole que hay que evitar las comidas pesadas antes de rodar, no obstante partimos sin compasión alguna.
Huelga decir a los lectores que cuando se prepara una ruta, con mayor o menor dureza, es recomendable efectuar las dos o tres comidas anteriores con alto contenido en Hidratos de Carbono: patatas, arroz, pasta, pan así como fruta variada. Llenaremos los músculos de glucógeno y partiremos con el depósito a tope. Si la ruta es larga debemos también comer algo ligero cada 60 minutos (barritas, plátano, orejones, dátiles, incluso chocolatinas).
Tras los consejos nutricionales retomamos la crónica. Comenzamos por los ya de sobra conocidos caminos de tierra paralelos a la M407, que sólo abandonamos momentáneamente para cruzar el polígono San Martín de Moraleja, retomándolos hasta el cruce con la M410. Es aquí donde giramos a la derecha para buscar un puente por donde cruzarla.
Una vez localizado y cruzada la vía seguimos hacia el sur por el mismo tipo de caminos, tierra compacta y rápida con algún que otro hoyo provocado por la acumulación de agua en primavera. Pasamos un primer grupo de fincas y seguimos hacia el sur hasta un segundo grupo de fincas, tras el cual giramos a la derecha hasta toparnos con la AP41. Seguimos unos cien metros paralelos a esta vía y tomamos el primer desvío a la izquierda.
Este desvío nos conducirá hasta el Eucaliptal de Griñón, un pequeño y singular bosque de eucaliptos (la mayoría), pinos y cipreses que destaca sobremanera entre los abundantes campos de cereal de la zona.
Recorremos sus estrechas sendas hasta un punto donde paramos a descansar e hidratarnos, deleitándonos con los olores que emana este grupo de árboles.
He de comentar que en anteriores ocasiones que he realizado esta ruta la zona estaba mucho más verde, cubierta por un manto de hierba y la sensación en el interior del bosque era mucho más evasiva y fresca, en contraste con el sol exterior, por lo que recomiendo realizarla en primavera, cuando haya caído bastante agua. Lo que no quita que pudiéramos hacer un par de artísticas fotos:
Tras el descanso recorremos otro tramo de bosque y salimos al insolente sol exterior para retomar los caminos de tierra y cruzar de nuevo la M407 hasta la localidad de Griñón, en cuyo interior nos desviamos hacia la izquierda por la Avenida de la Cañada Toledana para salir de nuevo a los caminos.
El camino principal toma un ligero desvío a la izquierda que nos llevará de nuevo hasta el cruce de la M410 con la M407, donde retomaremos el camino paralelo a esta última que nos llevará hasta Loranca.
Con el objeto de acompañar a Jose y su ligera intoxicación de Judías, ampliamos la ruta hasta el gran parque de Polvoranca de Leganés. El cual se merece otra crónica aparte, por lo que sólo comentaré que recorrimos someramente algunos de sus tramos y volvimos para Fuenlabrada cruzando el Bosque Sur y usando el carril bici de esta localidad.
El track de nuestra ruta en Wikiloc:
Tras un corto recorrido por su interior volvemos por diferentes caminos a buscar la localidad de Moraleja y de ahí hasta Fuenlabrada.
En este caso decidimos ampliar la ruta dando un rodeo por Polvoranca (Leganés), ya que el cuerpo nos pedía más kilómetros, jejeje!
En el punto de salida habitual nos juntamos cinco ciclistas con ganas de pasar un poco de calor y rodar unos kilómetros para desentumecer las piernas. Antes de empezar el compañero Jose nos advertía de una alta ingesta de judías blancas (dos platos ni más ni menos), por lo que sus energías estaban muy mermadas en tan costoso proceso digestivo. Nos compadecimos de él recordándole que hay que evitar las comidas pesadas antes de rodar, no obstante partimos sin compasión alguna.
Huelga decir a los lectores que cuando se prepara una ruta, con mayor o menor dureza, es recomendable efectuar las dos o tres comidas anteriores con alto contenido en Hidratos de Carbono: patatas, arroz, pasta, pan así como fruta variada. Llenaremos los músculos de glucógeno y partiremos con el depósito a tope. Si la ruta es larga debemos también comer algo ligero cada 60 minutos (barritas, plátano, orejones, dátiles, incluso chocolatinas).
Tras los consejos nutricionales retomamos la crónica. Comenzamos por los ya de sobra conocidos caminos de tierra paralelos a la M407, que sólo abandonamos momentáneamente para cruzar el polígono San Martín de Moraleja, retomándolos hasta el cruce con la M410. Es aquí donde giramos a la derecha para buscar un puente por donde cruzarla.
Una vez localizado y cruzada la vía seguimos hacia el sur por el mismo tipo de caminos, tierra compacta y rápida con algún que otro hoyo provocado por la acumulación de agua en primavera. Pasamos un primer grupo de fincas y seguimos hacia el sur hasta un segundo grupo de fincas, tras el cual giramos a la derecha hasta toparnos con la AP41. Seguimos unos cien metros paralelos a esta vía y tomamos el primer desvío a la izquierda.
Recorremos sus estrechas sendas hasta un punto donde paramos a descansar e hidratarnos, deleitándonos con los olores que emana este grupo de árboles.
He de comentar que en anteriores ocasiones que he realizado esta ruta la zona estaba mucho más verde, cubierta por un manto de hierba y la sensación en el interior del bosque era mucho más evasiva y fresca, en contraste con el sol exterior, por lo que recomiendo realizarla en primavera, cuando haya caído bastante agua. Lo que no quita que pudiéramos hacer un par de artísticas fotos:
Tras el descanso recorremos otro tramo de bosque y salimos al insolente sol exterior para retomar los caminos de tierra y cruzar de nuevo la M407 hasta la localidad de Griñón, en cuyo interior nos desviamos hacia la izquierda por la Avenida de la Cañada Toledana para salir de nuevo a los caminos.
El camino principal toma un ligero desvío a la izquierda que nos llevará de nuevo hasta el cruce de la M410 con la M407, donde retomaremos el camino paralelo a esta última que nos llevará hasta Loranca.
Con el objeto de acompañar a Jose y su ligera intoxicación de Judías, ampliamos la ruta hasta el gran parque de Polvoranca de Leganés. El cual se merece otra crónica aparte, por lo que sólo comentaré que recorrimos someramente algunos de sus tramos y volvimos para Fuenlabrada cruzando el Bosque Sur y usando el carril bici de esta localidad.
El track de nuestra ruta en Wikiloc:
Excelente crónica, una vez más.
ResponderEliminarEn esta ruta apacible, nada hacía presagiar lo que se nos venía encima para la siguiente XD