Nuestras contrarias ya nos habían advertido: "os vais a mojar", pero las ganas de rodar se anteponían al oscuro cielo y fuerte viento.
La tenebrosa nube nos siguió durante toda la ruta y sólo nos alcanzó a la vuelta de Griñón... -Nos mojaremos un par de kilómetros- pensábamos ilusos, pues no sabíamos que el "Pernales" acechaba en el camino, rajando literalmente la rueda de Carlos bajo el peor nubarrón de todos los que nos cruzamos.
El ultimo bandolero de la sierra de Albacete, "El Pernales"
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